Y si el amanecer no existiese
No existiría tu dulzura
Que entre sueños me despierta
Y entre setas de canela
Me envenena.
Si el ocaso se adormece
Y mi mirar ya no se pierde
Esculpiré mi vida entera
De recelo acongojado
Explorando esa locura
De los sueños olvidados.
Patri Martínez.
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